Las sábanas

No quiero hacerte daño
y me quedo callada
tú no quieres saber
y yo no se como hacerte ver
que se ensuciaron las sábanas
y que necesito tu ayuda para limpiarlas
con incienso de ruda y agua sagrada
con tu presencia y mis palabras

El camino que recorro

Mengua el yo
y adquiere importancia el nosotros
hago mi parte cuidando de los otros
luces y sombra que me atraviesan
abundancia o escasez
yo no escojo
las riendas en realidad las tiene
la parte de mi que desconozco
rastreo sus huellas
una piedra preciosa aparece inesperadamente
en algún recodo
no la recojo
habrá otros haciendo el mismo camino
que yo recorro

El ángulo de visión

Busco un ángulo de visión
un punto de inflexión
con toda mi capacidad, mi habilidad, mi intuición
es un trabajo de precisión
solo es válido si encaja a la perfección
como quien compone una canción
respuestas bellas que acarician una incógnita
un sentimiento, una emoción
arrancando de mi piel
el peso de la sumisión

No sé que te he hecho

no escucho tu voz
no se que te he hecho
he de olvidarme de tí
subir sola el repecho
sé que volverás
que no serás más el espectro
que vaga perdido
movido por el despecho
si no te presto atención
pierdo los derechos
y tú te diluyes
entre las imágenes de incontables espejos

Confesión

Me atemoriza el dolor que acompaña la oscuridad
me hace arrodillarme con humildad
arranca lo superfluo y me enseña lo esencial
si pudiera huiría a toda velocidad
pero como viene, se va
cuida de mi pequeñita humanidad
la vuelve menos ficticia y más real
cosas que creía ciertas eran mentira
ni por asomo sospechaba la verdad
esa verdad que se esconde en la oscuridad

Que se moje la carretera

Que el cielo riegue esta tierra reseca
que se moje la carretera
que se escuchen melodías insurgentes y raperas
que se fortalezcan las trincheras
que la pura subsistencia no sea la meta
que luchemos por una vida
más hermosa y más plena
y lo haga cada uno a su manera

Cada vez más silenciosa

Atrapada bajo una losa
en esta maldita celda
no puedo ver ni el cielo ni el mar
solo una fea pared rocosa
no entra la luz
y cada célula de mi cuerpo
palpita furiosa
argumentos razonables
teñidos de color rosa
escucharlas produce mas sed
a mi alma porosa
cada vez más fría, más lejana
más silenciosa